El volumen 33, núm. 1, de la revista Esquisses publicados por la Orden de los architectes du Québec (OAQ) en la primavera 2022, se hacía eco de una realidad de excepción que sufre actualmente el sector de la arquitectura en la provincia de Quebec, se trata de la escasez y dificultad de los estudios de arquitectura para encontrar jóvenes profesionales.

Algunos estudios afirman en los últimos meses no han recibido ninguna candidatura cuando han publicado anuncios de puestos vacantes por arquitectos. Este fenómeno raro se ha generalizado pendiente la pandemia y todavía hoy sigue siendo de actualidad. Se trata de una situación muy paradójica porque el sector de la construcción está en plena efervescencia ya que el gobierno invierte para reactivar la economía post-covid, pero el sector privado no seguirá el ritmo por falta de efectivos.

Un estudio de la Asociación de Arquitectos en Prácticas Privadas de Quebec (AAPPQ) publicado en 2022 encontró que se necesitarían 256 arquitectos y 404 arquitectos técnicos para responder las necesidades del sector privado.

Esta coyuntura provoca que los estudios de arquitectura se espabilen para ofrecer contratos y ambientes de trabajo más competitivos y sobre todo que inviertan para guardar el talento profesional que ya poseen, todo esto durante un periodo donde las tasas de rotación de personal son muy altas. Algunos estudios también han empezado a contratar a candidatos extranjeros, tan pronto como el papeleo, el tiempo y el dinero que estos trámites suponen no son demasiado estimulantes. Asimismo, cada vez más firmas deciden dotarse de una persona especializada en recursos humanos con el objetivo de encontrar más a los buenos candidatos rápidamente.

Lo más interesante es que esta presión ha forzado a los estudios a revisar sus salarios y sobre todo a ser más transparentes. Por ejemplo, algunos estudios se han dotado de escalas salariales conocidas de todos los empleados.

Otro factor que también complica la labor del sector privado es la competencia del sector público, que se encuentra con las mismas dificultades, aunque las remuneraciones son ligeramente más generosas. Desafortunadamente, numerosos son los proyectos públicos que se planifican o ejecutan con retraso por falta de ofertas de licitación.

Ahora queda por ver si la reapertura de las fronteras de Canadá después de la pandemia y la llegada de jóvenes profesionales ayudan a revertir esta situación o si, por el contrario, esta situación se enquistará durante un tiempo.

Vínculo artículo original Recrutement : panne sèche, volumen 33, núm 1. Primavera 2022

Marta Masferrer, arquitecta. Corresponsal del COAC en Montreal, Canadá. Septiembre 2022