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Revista de corresponsales: Arquitectura vernácula y sostenible en Argentina
En la actualidad lograr un hábitat sustentable constituye un área de desarrollo científico y tecnológico de gran importancia en las investigaciones orientadas al conocimiento del uso eficiente de recursos y la reducción del impacto ambiental en el diseño, la construcción y el mantenimiento del hábitat y la arquitectura para alcanzar un desarrollo sostenible.
La Organización de las Naciones Unidas difunde principios vinculados con la arquitectura bioclimática, la eficiencia energética y el uso de materiales constructivos de bajo impacto ambiental orientados a garantizar la disponibilidad de recursos naturales y que también impacten de manera positiva en la salud y bienestar de las personas.
Actualmente las construcciones con materiales industriales son una de las más importantes consumidoras de materias primas y recursos no renovables generando un considerable impacto ambiental, no solo durante los procesos de extracción y elaboración de las materias primas, sino también durante la construcción, utilización y demolición. En contraposición la arquitectura y la construcción con tierra, que utiliza el suelo natural estabilizado como suministro predominante se considera entre los métodos constructivos sustentables posibles y ha provocado el resurgir del hábitat construido en tierra.
A nivel mundial se han organizado numerosos encuentros científicos, se han hecho declaraciones con propósitos globales y se han creado instituciones específicas. La Red Iberoamericana PROTERRA definió “arquitectura y construcción con tierra” (2008): las arquitecturas con empleo de suelos seleccionados estabilizados que incluyen todas las técnicas constructivas que junto con otros materiales naturales e industrializados, conforman un campo definido dentro de la arquitectura a escala global, tanto para obras nuevas como para mejorar construcciones existentes.
La Red Proterra se conformó en Argentina en 2011 con profesionales de todo el país vinculados con la arquitectura y la construcción con tierra. También en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) existen numerosos institutos que promueven estudios a favor de este tipo de práctica constructiva y particularmente en Córdoba el Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE). Como producto de estas investigaciones, se desarrollaron técnicas de construcción con bloques de tierra comprimida y tapia con capacidad portante.
Recientemente varios municipios de la provincia de Córdoba, con el aval del Colegio de arquitectos, aprobaron el uso de métodos de construcción con tierra cruda. Las normas sobre construcción sismoresistentes admiten el uso de estos materiales siempre que cumplan mediante ensayo los mismos requisitos que los materiales cerámicos y de hormigón
Pese a la aceptación generalizada sobre la arquitectura y la construcción con tierra a nivel global, existe desconfianza en algunos sectores, como en algunos programas de políticas habitacionales públicas.
El programa de política sanitaria habitacional de la Provincia de Córdoba, denominado “Programa de Sustitución de Viviendas Precarias y Erradicación del Mal de Chagas” (PSVPEMCh), creado en 2009, tiene por objetivo la sustitución de viviendas de adobe por otras de materiales industrializados para contribuir a la erradicación de la enfermedad y mejorar las condiciones de salubridad de quienes las habitan, a diferencia de otras provincias argentinas donde ya existen conjuntos de vivienda social donde fueron aplicadas técnicas vernáculas.
La comparación constructiva y funcional de ambas tipologías de vivienda, la vernácula con muros de adobe y materiales disponibles en la zona, y la construida con muros de ladrillos huecos de cerámica, revoques exteriores de mortero cementicio y revoques interiores de mortero a la cal, techos con cielorraso plástico, aislante térmico de poliestireno expandido y terminación de chapa galvanizada, demuestra la dificultad de mantener un confort climático estable en el interior de la vivienda en el segundo caso, como lo atestiguan sus usuarios, que teniendo la posibilidad de utilizar las dos construcciones siguen habitando la vivienda vernácula.
Como conclusión señalamos que el conocimiento científico y el análisis riguroso de las construcciones vernáculas demuestran que estas técnicas pueden alcanzar los estándares de resistencia mecánica, durabilidad y salubridad equiparables a las técnicas constructivas convencionales, avalados por numerosas instituciones científicas.
Bibiana Sciortino, arquitecta. Corresponsal de Córdoba, Argentina. Marzo 2023