El sector de la arquitectura en la Bay Area este año ha sido sacudido significativamente.

Aunque el mercado laboral está en forma y no hay un bajón económico importante, debido a los cambios de mercado post pandemia muchos despachos han tenido que ajustar personal.

El cambio de talante del centro de la ciudad, donde aún más de la mitad del parque de oficinas construido se encuentra en desuso, junto a los nuevos esquemas híbridos de trabajo, han hecho que el sector de la arquitectura comercial se encuentre en declive, y que muchos despachos hayan tenido que reinventarse. La demanda de espacio de oficinas sigue reduciéndose, con grandes empresas como Google o Facebook cancelando contratos de alquiler y marchando antes de plazo de edificios donde ocupaban múltiples plantas. Este hecho sigue alimentando la progresiva decadencia del centro de la ciudad, donde por ejemplo se ha visto marcharse la mayoría de las tiendas de las principales calles turísticas de la ciudad. A esta situación tampoco ayuda el hecho de que la ciudad todavía no ha logrado controlar el gran problema de la crisis de opiáceos y de la población sin techo.

Es por estas razones que, durante este año, tanto las principales entidades gubernamentales como las asociaciones que impulsan programas para el crecimiento en la ciudad han solicitado ayuda y han pedido consejo a expertos internacionales, y después de meses de asesoramiento, la ciudad ha empezado a impulsar una serie de iniciativas para intentar remontar el espíritu de la ciudad.

Una de las iniciativas más controvertidas es la de conversión de edificios comerciales de oficinas en vivienda. Con esta estrategia no sólo se pretende dar una nueva vida a estos edificios, sino que se pretende incorporar vivienda en el centro de la ciudad, enriqueciendo el tejido social de la zona y promoviendo el establecimiento del comercio local y de proximidad, cambiando así el carácter de esta zona, de ser un centro económico, turístico y comercial, en un centro dinámico y activo para los habitantes de la ciudad. Cabe decir que económicamente esta iniciativa no es del todo viable, y es el gobierno quien está subvencionando muchos de estos proyectos para que varios promotores estén dispuestos a formar parte de ellos.

Un sector que no ha hecho más que crecer, sin embargo, ha sido el de la vivienda.

A pesar de la degradación de la ciudad, el precio de la vivienda no ha hecho más que continuar incrementando y ha empeorado un problema ya crónico de vivienda asequible en la ciudad.

Por eso, como parte de la revitalización, la ciudad está impulsando la construcción de 82.000 viviendas que no sólo están destinadas a gente joven, personas mayores, artistas y familias con un nivel adquisitivo medio y bajo que no pueden acceder a comprar o alquilar un piso en la ciudad, sino que una parte también será vivienda social en coordinación con programas de rehabilitación y reinserción social.

Así pues, a pesar de los cambios en el sector económico y de tendencias de uso de los espacios en la ciudad, el sector de la arquitectura se mantiene activo, cambiando y adaptándose a las nuevas necesidades.

Lea Eidler, arquitecta. Corresponsal del COAC en San Francisco (EE.UU.). Junio ​​2024