La discusión sobre la ocupación del interior de Brasil se inicia en el siglo XVIII liderada por el Márquez de Pombal y los inconfidentes. El tema gana fuerza después de la Proclamación de la República en 1889, e inicia su concretización con el plan “La Marcha para el Oeste” desarrollado por el gobierno de Getulio Vargas, para acelerar la ocupación del Centro-Oeste brasileño. Palmas, capital del estado de Tocantins es parte de este proceso y fue antecedida por Goiania y Brasilia. Las tres ciudades están planeadas. Nos proponemos reflexionar un poco sobre los proyectos de estas tres capitales, elementos que integran el ambicioso plan de interiorización de este país-continente

El plano urbano de Goiania, capital de Goias, fue definido por Atilio Correia Lima, graduado en arquitectura por la Escuela Nacional de Bellas Artes de Rio de Janeiro en 1925 y post-graduado en urbanismo en la Sorbona de Paris en 1930. A invitación del Interventor Pedro Ludovico, Correia Lima escoge un plan alto al sudeste del estado para localizar la nueva capital, cuya piedra fundamental fue colocada el 24 de octubre de 1933. La concepción del urbanista se apoya en el concepto de monumentalidad. Trayendo como referencia Versalles y Washington, emplea el esquema de inspiración francesa patê d’oie (arrugas alrededor del ojo). A partir de la Plaza Cívica frente al Palacio de Gobierno estatal nacen avenidas que avanzan organizadas en un diseño radial, aquel tiene los sectores anterior y lateral delimitados por una avenida en semicírculo. La influencia de Francia del siglo XIX también se refleja en las avenidas y las plazas, así como en la estética de los bulevares.

La idea de interiorizar la capital del país igualmente viene del siglo XVIII, se refuerza con la llegada de la corte portuguesa a Brasil en 1808 y gana fuerza con la primera constitución republicana de 1891, la cual determina la región del plan alto central como localización de la futura capital. Cabe al Gobierno de Juscelino Kubitschek (1956-1961) de poderla concretar.

En marzo de 1956 Kubistchek creó la Compañía Urbanizadora de la Nueva Capital (Novacap), empresa estatal que coordinaría la construcción de Brasilia con el ingeniero Israel Pinheiro como presidente, el arquitecto Oscar Niemeyer como director técnico, el cual organizó un concurso de proyecto urbanístico del Plan Piloto, ganado por Lucio Costa.

Costa presentó un plan con las bases en los preceptos de la Carta de Atenas, siguiendo la definición de áreas específicas para cada tipo de uso: residencial, administrativo, comercial, industrial, recreativo, cultural, etc y el empleo de los conceptos de velocidad, movimiento, máquina, individualidad, tan a gusto de la modernidad, expresado por la valorización del automóvil privado y las largas avenidas. Buscando minimizar problemas de circulación, el urbanista eliminó cruces de avenidas situándolas en distintos niveles. El sector destinado a los edificios de gobierno federal denominada Plaza de los tres Poderes, tiene una situación destacada en el eje exclusivo, que parte del punto de encuentro de las “a las curvas” enfatizando su función de capital federal

Palmas surge como consecuencia de la constitución de 1988 la cual establece la división del estado de Goiás en dos federaciones autónomas, una al Norte y otra al Sur. El estado que se crea al Norte, Tocantins, exige una capital. La propuesta es que la ciudad se localice en el centro del nuevo territorio y como las demás capitales de la región será planeada. Los arquitectos urbanistas Luis Fernando Cruviniel y Walfredo Antunes iniciaron el proyecto en 1989 inspirados en la modernidad y en la proximidad de Brasilia. El terreno escogido es plano, a un lado el rio Tocantins y al otro la sierra del Lajeado. El partido del plan urbanístico, tomado conjuntamente entre los arquitectos y el gobierno del estado, se define como un trazado en cruz con centro en el promontorio donde se localiza el Palacio de Gobierno, a partir del cual se desenvuelve la estrategia empleada por los urbanistas que consistió en “crear dos estructuras interdependientes entre sí. Una macro, de carácter urbano, con formato de malla, más dinámica y predominante en la imagen de la ciudad. La otra, en el interior de las cuadras y con un diseño más flexible, cuya finalidad es proporcionar el desarrollo de barrios, entendidos como pequeñas ciudades dentro de la ciudad.

Los propósitos e ideologías insertos en los planes urbanísticos de estas tres capitales, que marcan el camino del proceso de interiorización de Brasil, expresan mucho sobre las relaciones sociales, espacio público y formas de vida urbana que estamos llevando para el interior y construyéndolo. Profundizar su estudio es preciso.

Héctor Alfredo Morelli, arquitecto. Corresponsal del COAC Palmas, Brasil con la colaboración de Mara Kramer